
Primera Sede de La Sociedad Española
Se hizo peso a peso, con el aporte de un grupo de quijotes idealistas llenos de fé y de una voluntad tesonera propias de su estirpe. Cuarenta y ocho años de vida funcional como sede de la entidad tuvo aquel edificio y en ese lapso sus recintos fueron mudos testigos de gran parte de la historia de colectividad española de Panamá. Hasta que llegó el 11 de junio de 1960. La ciudad capital había crecido enormemente hacia nuevos sectores más amplios. Y los socios inauguran un nuevo hogar para la Beneficencia Española, su segunda sede propia, esta vez evocadora mente, en la Vía España. Allí continuaron los españoles de Panamá y sus familiares celebrando sus actos sociales, convenciones, actividades culturales, fiesta, en compañía muchas veces numerosas y apreciadas amistades panameñas. Pero la vida avanza, como lo establecen los designios de Dios. Y así también se expanden, a la par del tiempo, las aspiraciones de los hijos de Iberia en Panamá; y surge el anhelo de una tercera sede de mayores dimensiones, con instalaciones diversas, que responda a las necesidades de toda índole de la ahora numerosa colectividad hispana y sus descendientes y también en la extraordinaria transformación de la ciudad de Panamá en una gran urbe moderna y monumental. El anhelo se plasma en realidad el 10 de julio de 1975, se arriba a las instalaciones magníficas, extensas e importantes de hoy en el sector de La Loma de Hato Pintado en la tradicional Las Sabanas de la capital.